Se trata de una herramienta basada en video-proyectores, al estilo del proyector interactivo que pude ver y probar en la Expodidáctica de Barcelona.
Esta herramienta supone otro avance para la educación ya que integra y potencia el aprendizaje informal en la educación formal, la interacción social, el aprendizaje colaborativo, la creatividad... todo ello contribuye a fomentar la inteligencia emocional.
Como bien comentaba en la entrada anterior la educación artística necesita de herramientas TIC colaborativas y además flexibles en cuanto a su uso y traslado para que permitan, entre otras posibilidades, la integración de otros materiales además de los multimedia. Las pizarras digitales no nos permitían integrar un cuadro real en ellas, había que digitalizarlo para que lo pudiéramos integrar en el aula de artes y trabajar con él en la propia pizarra digital, limitando mucho los soportes de acción del arte. De este modo, y por fin, entramos en la era del multi-soporte digitalizado.
Con la video-proyección interactiva esto ha
cambiado profundamente. Ahora, usando cualquier soporte material, podemos
trabajar sobre él directamente y que la información quede registrada en el
ordenador, justo al revés que antes, que se producía la interacción en la
pizarra digital y sobre la misma que es la que a su vez registra la información
de esa intervención. En este caso, la superficie no importa, y es el proyector
el que registra la intervención.
Como pueden ver en el vídeo a continuación, este
sistema supone un valor añadido al elearning ya que lo vuelve colaborativo,
facilitando la intervención artística e integrándola en las video-conversaciones.
A tiempo real, dos alumnos pueden interactuar geográficamente distantes sobre
la misma obra de arte, creándola conjuntamente y sin necesidad de soportes
digitales de por medio que limiten la creatividad. Simplemente con tu mesa de
casa y el sistema de video-proyección está resuelto, pudiendo integrar tantos
recursos materiales como quieras facilitando técnicas como la del collage que
suponían un esfuerzo mayor al tener que digitalizar todo el material físico que
se quería usar.
Una actividad muy sencilla podría ser que en
épocas de vacaciones los alumnos pudieran crear colaborativamente un collage
usando referencias del imaginario propio de cada lugar de estancia que
atribuyera símbolos y significados a la composición. Por ejemplo, un alumno va
a la playa, otro a la montaña. La actividad constaría en que seleccionaran
materiales físicos representativos de estos espacios además de fotográficos y
que los integrasen en el collage.
Otra evidencia de que las TIC cada vez nos
acercan más, potenciando las relaciones y el aprendizaje colaborativo.
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